¿Cuáles son las diferencias entre créditos y préstamos?
Cuando empezamos a independizarnos y a descubrir todos nuestros gastos, necesidades y responsabilidades en el mundo financiera es normal sentirnos abrumados. Toma tiempo aprender y entender qué es lo que necesitamos hacer para organizarnos. Intentamos planear una estructura organizada, con una lógica y un patrón para seguir mensualmente. Analizamos los precios, investigamos para aprender y elegimos alguna entidad bancaria para manejar nuestro dinero de una manera adecuada. Preguntándonos ¿Cuáles son las diferencias entre créditos y préstamos?
Pensamos que lograremos mantener nuestros movimientos financieros dentro de nuestras ganancias, medir nuestros gastos y ser prudentes. Incluso, llegamos a pensar que nuestro mejor camino es evadir todo tipo de crédito y préstamos con cualquier entidad financiera.
Esto surge de diversos prejuicios que podemos tener, ya sea de experiencias que vimos en nuestros conocidos, familiares y amistades. Sin embargo, distintos prejuicios pueden ser grandes obstáculos a la hora de aprender la mejor forma de conocer el mundo financiero, y de nuestro camino para tener una vida financiera saludable.
En nuestra vida financiera buscamos sostener un balance para mantener una vida financiera saludable. Cuidar de nuestro bienestar, nuestros proyectos y negocios, nuestros hogares para que logremos solventar y manejar todos nuestros movimientos económicos sin tener problemas o presiones innecesarias.
Sin embargo, podemos enfrentar cualquier tipo de inconvenientes a lo largo de nuestra vida, ya sea en aspectos profesionales o sociales. Dichos problemas pueden ser grandes obstáculos que nos piden reorganizar nuestras finanzas, y en algunas situaciones necesitamos pedir ayuda.
Tanto préstamos como créditos son herramientas populares ofrecidas por diferentes entidades financieras. Ambos casos, se pueden definir como métodos de financiamiento para personas, empresas y emprendimientos.
Están dispuestos para socorrer, apoyar y ayudar a solventar distintas situaciones financieras de personas o negocios. Aun así, debemos tener presente que ambos caminos son diferentes aun cuando tienen la misma función.
Diferencias entre préstamos y créditos
Si bien, ambos métodos están dispuestos por entidades bancarias y financieras con la misma intención: ayudar a un solicitante, apoyar una nueva inversión o adquisición de algún bien, entre otros. Tanto préstamo, como crédito tienen un método propio y se diferencian entre sí.
En el caso del crédito, sabemos bien, que es un financiamiento que estará controlado por el tiempo determinado del mismo. No se entrega una suma específica de dinero, sino que el deudor o solicitante tendrá acceso a determinadas cantidades de dinero, dentro de plazos fijados y pactados entre deudor y acreedor.
Es decir, que se pide una suma de dinero, y el solicitante podrá tener acceso a este dinero según sus necesidades. Se establece una cantidad máxima de dinero que estará disponible, pero no podrá usarse toda de un golpe.
Quien solicita un crédito podrá usar este dinero por partes, poco, mucho o todo dentro de los plazos pactados. Su uso dependerá de la necesidad que tenga el deudor. Esto dependerá también del tipo de crédito que solicite.
Ya sabemos que la funcionalidad del crédito determina ciertos tipos de créditos, y sus plazos o garantías, determina otra especificad de los mismos. La elección y manejo del crédito, dependerá de lo pactado con la entidad financiera, pero dependerá sobre todo del uso que le dé el solicitante.
Es por eso que muchas veces se prefiere el crédito, ya que suele ser mucho más flexible. Y puede renovarse cada vez que se cancela un crédito anterior, o de forma anual, según lo maneje la entidad bancaria o financiera.
Tengamos presente que los intereses que manejan los créditos suelen ser altos, y que debemos de tener un control riguroso sobre estos para evitar tener algún inconveniente a futuro con los historiales de vida crediticia, tales como el clearing informes.
Ahora, hablemos sobre los préstamos. ¿Qué los caracterizan?
En el caso del préstamo, el monto que se solicita no queda disponible por un tiempo para el solicitante. En este caso, el monto fijo es entregado a quien solicita el préstamo.
En este caso, la entidad financiera o bancaria es el prestamista, entrega una cantidad de dinero determinada al prestatario. La condición es que el prestatario o solicitante debe devolver el monto de dinero en un plazo determinado, incluyendo, un número específico de interés sobre el monto.
Ahora, la forma de pago, llamada amortización, en sí es similar al crédito, pero funciona bajo las estructuras que disponga cada entidad financiera y bancaria.
Se da dentro de un plazo determinado, por medio del pago de cuotas establecidas. Recordemos que los intereses se calculan sobre la cantidad total del monto prestado. Es por esto, que el préstamo tiene un periodo de vida pactado previamente, no se extenderá o renovará, como si puede ocurrir con los créditos.
Así que, ¿cuál es tu mejor opción?
Aunque estos son dos caminos que pueden ser de gran utilidad en diversos periodos de nuestra vida financiera. Debemos ser conscientes a la hora de elegir qué es lo que necesitamos, y cuál será la mejor forma de financiarnos.
Optar por un préstamo es algo que se da por un momento determinado, y cuando se termina de devolver el dinero, no se podrá solicitar de nuevo. Mientras que, el crédito es más flexible. Sin embargo, el préstamo tendrá menos intereses y quizá para gastos fijos, pueda ser una mejor opción.
Siempre tengamos presente que debemos elegir lo que mejor ayude a nuestra vida financiera, para que la mantengamos sana y próspera.